domingo, 1 de julio de 2007

Vía libre







Pingüina dijo la partera y el gobierno nacional encara su contienda presidencial con la jugada más arriesgada, Cristina Fernández de Kirchner mide 10 puntos menos que el presidente y el más mínimo error en la campaña la pondría a tiro del balotagge.

¿Por qué razón el presidente resigna cuatro años más de poder asegurado? La primera explicación que dan sus allegados es el famoso mal del "pato rengo", sin posibilidad de reelección su poder comienza una cuenta regresiva que generalmente llega a cero antes que concluya el mandato.

La explicación que dan sus enemigos es que sabe que la inflación es imparable, que la crisis energética prepara inviernos más duros que el actual, que el marco macroeconómico internacional termina con su bonanza y que no quiere ser él el que encare los próximos durísimos cuatro años que se avecinan.

El análisis despojado de toda parcialidad que uno puede hacer es el siguiente: Kirchner no nació para presidente, no es un trabajo para él. Kirchner es un constructor de poder, un estratega político que no quiere perder un minuto de su tiempo reuniéndose con ignotos embajadores, gobernadores, empresarios y todo protocolo que demanda su puesto.

Kirchner quiere amar su propio PRI en la Argentina, trabaja para 30 o 40 años de kirchnerismo y en la única persona que confía para llevar adelante su estrategia es su compañera de ruta: Cristina.

La jugada suena arriesgada pero si uno observa completamente el panorama no surgen muchas piedras en el camino del presidente.

Desde el 25 de mayo de 2003 dedicó sus mayores esfuerzos a terminar con la oposición en su mismo partido.

Luego destrozó a la oposición externa de la manera más futbolera que se recuerde, compró el pase de las estrellas de los otros equipos, así fue que Graciela Ocaña terminó siendo su más leal funcionaria, Anibal Ibarra olvido el FREPASO, los radicales se hicieron radiKales y ahora va por el socialista Hermes Binner.

Y la suerte también jugó de su lado, lo que no pudo adquirir no supo (y aún no sabe) posicionarse como rival del gobierno.

Mauricio Macri surge como jefe de la oposición un poco tarde y aún no sabe que hacer el 28 de octubre: si apoyar algún candidato -lo que significaría su primera derrota electoral a 4 meses de su momento de gloria- o quedarse quieto trabajando en el proyecto Mauricio 2011.

Lopez Murphy y Lavagna le hacen un gran favor al gobierno peleándose entre ellos, mientras el bulldog lo acusa a Lavagna de ser responsable de la crisis energética, este último lo califica a Lopez Murphy de abogado de Julio de Vido.

Elisa Carrio por su parte, no da pie con bola, la única elección que ganó el ARI fue en la provincia donde Lilita no piso.

Todo parece indicar que Cristina al gobierno y Néstor al poder es el futuro próximo de los argentinos, esta sociedad ha sido un éxito político los últimos cuatro años, ahora se van a invertir los roles...¿seguirá funcionando o el único peligro dormía bajo las mismas sábanas?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quizás para el 28 de octubre hayamos refrescado suficientemente nuestra memoria, personal y colectiva... aunque tengo pocas esperanzas que eso suceda, sobre todo nuestra memoria colectiva parece que solo se acuerda de una partecita de los 70....