Que difícil que es escribir una columna sobre Marcelo Hugo Tinelli, sin que la misma quede sospechada de envidiosa y resentida.
¿Desde donde puede un periodista sin trascendencia , reconocimiento ni trayectoria criticar al hombre más importante de la televisión argentina en los últimos 15 años?
Bueno, no es tan difícil: hay que sacarse el disfraz de periodista y opinar exclusivamente como televidente.
Comienza el baile del Strip Dance, o en criollo un striptease, nada más y nada menos.
La idea original del programa a mi me parecía loable, famosos se comprometen con un soñador y juntos tratan de cumplir un sueño que generalmente tiene que ver con la solidaridad.
Ahora bien, a alguien se le ocurrió inventar el sistema de minuto a minuto (como si no bastara con los números finales de IBOPE) entonces lo que alguna vez tuvo algo de producción y creatividad despareció. La televisión se hace en el momento, lo que esta midiendo que dure y lo que no que vuele.
Y asi fue que alguna vez Tinelli dijo “ahora vamos a hacer el baile del caño”…que cuernos tiene eso de baile????
Y el caño facturó. ¿Nazarena no sabe bailar? No importa, que se desnude, y si hay menores de edad en la tribuna los padres sabrán entender, es el minuto a minuto.
Y llega Victoria Onetto ya grandecita para estos trotes, simple: la ponemos con una minibikini y que se frote todas sus partes por el caño, el rating lo pide.
De esa manera desfilaron cada una de las celebridades con las que cuenta Marcelo en su staff, todas pasaron por el caño intentando traspasar la barrera de lo erótico a lo condicional.
Pero todo termina, el caño fue exprimido hasta que ni una gota caía de él y hubo que cambiar de ritmo.
Llego el swing, baile alegre por excelencia, donde nuevamente había que ensayar, practicar y aprender todo lo que la danza (sea cual sea su ritmo) requiere.
El tirano rating sentenció de nuevo, como en el coliseo los romanos pedían sangre, en la Argentina piden carne y Marcelo sabe que vox populi, vox Dei.
De nuevo las minas en bolas, de nuevo Jorge Rial y Viviana Canosa mostrando tetas a la tarde (La diferencia entre Nazarena y el cuerpo de Nora Dalmasso es que Naza todavía sabe respirar), Catalina Dlugi emocionada en el noticiero del mediodía porque a la Fullop se le escapó un pezón, todo lo que ya sabemos.
Entonces me pregunto: ¿qué haría yo si fuera Tinelli? ¿Cómo aprovecharía el horario central del canal más visto y toda una máquina mediática a mi favor?.
Bueno ahora entiendo porque sigo yendo a mi trabajo en subte; nunca voy a ser Tinelli, es así, soy un soñador igual que los que van a bailar a lo de Marce que dicho sea de paso: ¿alguien se acuerda de sus sueños? Y hablando de acordarse, ¿Qué será de la vida de la chiquita no vidente que cantaba y que tanto hizo llorar a Tinelli? ¿Le habrá producido su disco?
3 comentarios:
Que horror!!! por leer esta columna acabo de enterarme que también voy a seguir viajando en subte!!!
Eso si... admití que cuando te fuiste a sacar el disfraz se te trabó el cierre!!!
Años escuchando "la televisión es basura" y años defendiendo mi posición con el siguiente argumento: si no le gusta, doña, cambie de canal. Hay taaaanta oferta, señora, desde el cultivo de la alfalfa hasta los añorados dibujos de Hanna-Barbera. Nadie la obliga a ver a minas en pelotas que, para colmo, están infinitamente mejor que una, ¿verdad?
El problema , doña, es que a Ud. y taaaantos otros, LES GUSTA VER A TINELLI y va siendo hora de que lo admitan. Si somos un pueblo inculto tenemos dos opciones: o seguimos así porque nos place, o mejoramos con un poco de esfuerzo, de mataburro y de curiosidad.
¿Quién les parece que irà primero en el rating dentro de unos años?
Por eso que claman las opiniones independientes, leo un libro, o si la capacidad de imaginación no es suficiente propongo la radio, en la que queda aun un resquicio para agregarle algo propio, el "suponer" visual de la situación que solo oimos o escuhamos mas precisamente.
Lo que vomita ya digerido la tele, no da lugar a nada dentro mio, mas que algo de asquito.
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