viernes, 27 de julio de 2007

Q.E.P.D.


Es el tiro de gracia, el gancho del knock out, el último aliento que se apaga. El fútbol, señores, está con muerte cerebral, sólo falta un médico valiente que se anime a declararlo oficialmente fallecido.

Todo comenzó de la mano de la violencia que los mismos dirigentes avalaron durante años, solventando a las barras bravas a cambios de sucios votos en elecciones aún más oscuras.

Producto de esta violencia imparable, a partir de este torneo los partidos del ascenso de fútbol argentino se jugarán sin público visitante -amén de equipos como Nueva Chicago o Almirante Brown que jugarán sin público todos sus partidos sin importar su condición-. A diferencia de la primera división, que vive de los contratos de TV que arreglan Julio Grondona y los popes de la televisión, las categorías de ascenso viven en gran parte de las recaudaciones, razón por la cual perder la mitad de los hinchas sábado a sábado será la forma de perder lentamente los jugadores, la cancha, el club.

Pero mi asombro hoy a la mañana cuando leí el diario deportivo Olé fue mayor. Boca Juniors a través de su comisión directiva aprobó la confección de un ranking de socios para poder adquirir localidades cuando a Boca le corresponda jugar de visitante.

A saber: todo aquel que siga habitualmente a Boca podrá asistir al estadio de River, al de Independiente o al de San Lorenzo.

Usted podrá preguntarme de qué me quejo, si Boca es pueblo, su gente lo sigue a todos lados así que nadie se va a quedar afuera.

Bueno, la realidad dice que Boca sólo vende localidades para sus partidos de visitante a los socios; teniendo en cuenta que hay 70.000 socios y más de 15 millones de hinchas y además que está cerrada la inscripción para asociarse al club, queda claro que 14.300.000 hinchas tienen prohibido ir a la cancha a seguir a su equipo.

Pero volviendo al ranking lo más grave es cómo se va a confeccionar. Fácil: si usted viaja al exterior cuando Boca tiene competencias internacionales suma 250 puntos; por cada partido al que asistió de visitante el torneo pasado suma 150 puntos y por cada partido de local 100.

O sea que para ir a ver a Boca fuera de su estadio durante este torneo usted debe ser una persona que paga su entrada todos los domingos (local y visitante) y que, además, siga al equipo en sus excursiones internacionales.

En definitiva, y no hace falta que se lo explique, para poder ir a ver a Boca de visitante hay que ser rico. El club más popular, el que agrupaba a los más necesitados, el que hizo de la humildad y la pobreza una bandera quedó sólo para los potentados.

Si se comienza a alejar a los hinchas de los estadios, el deporte dejará de ser popular. Si deja de ser popular dejará de ser rentable, si deja de ser rentable deja de ser un negocio.

Los dirigentes ¿son tan cuadrados que no se dan cuenta o lo están exprimiendo hasta la última gota?


No hay comentarios.: