martes, 10 de julio de 2007

Morir mil veces


A las 23:30 horas, aprovechando la posibilidad que da Internet de leer los diarios antes de irse a dormir, hago un último paneo por los principales medios de comunicación para ver lo que dejó el día, y leo un titular que me impacto y que paso a reproducir "Afirman que a Dalmasso la mató un conocido en un ataque de ira"

Lo primero que me pregunté fue: ¿es la misma Nora Dalmasso que hablan tanto los diarios, las radios y la televisión? Y la respuesta fue afirmativa.

Entonces comencé a recordar esta causa que comenzó a fines del 2006 y que desde su comienzo ha pasado por todas las hipótesis posibles.

Ahora un tal Mario Vignolo, que es el presidente de la Asociación de Forenses nos dice: "creo que el asesino es alguien del entorno de la víctima, alguien que la conocía y me animaría a decir que no llegó a la casa con la intención de matarla, sino que todo surgió de la relación sexual, por una discusión. Me parece que la mata para proteger su identidad o para tapar alguna otra cosa, algún otro problema extra o diferencia con ella. Para mí fue un arrebato de ira”.

No vamos a desacreditar al señor Vignolo, quien a lo mejor tiene todas las pruebas necesarias para semejante afirmación, aquí lo que vamos a hacer es un mea culpa periodístico.

Desde que apareció muerta Nora Dalmasso, los medios argentinos han publicado sin que se les mueva un pelo a los jefes de redacción, de informativos o de noticias que había sido asesinada por un funcionario muy vinculado al Gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota y que este crimen haría caer su gobierno; tiempo después dijimos que la había matado uno de los mejores amigos de su esposo el Dr. Macarron y que era el único de sus 20 amantes que ni había ido a Punta del Este; también compramos el cuento de la dama y el vagabundo y editamos la noticia de que su albañil, Gastón Zarate era el asesino. Pero faltaba lo mejor: su hijo Facundo la mató por su relación incestuosa o porque era homosexual y su madre se acostaba con su pareja.

Posiblemente alguna de estas hipótesis sea la correcta, pero el periodismo no se privó de publicar y afirmar absolutamente todas sin siquiera hacer una fe de erratas. Era más fácil que el tiempo las desmienta.

Nora Dalmasso ya murió de mil maneras, ojalá muera esta forma de hacer periodismo porque sino algún día morirá la verdad, si es que no murió ya en este país.

1 comentario:

Anónimo dijo...

al fin un mea culpa. Lastima que no tenga la tribuna en que fueron publicadas esas afirmaciones. A proposito: para cuándo las pruebas de la revista "Noticias" sobre el trastorno bipolar de Cristina??