Ya está empapelada la Argentina con la cara de Cristina Kirchner; ya está la fecha de lanzamiento (19 de julio en La Plata); ya está casi definido su compañero de fórmula (salvo un milagro llamado Reutemann, el vice será Julio Cobos): comenzó la campaña política del oficialismo con miras al 10 de diciembre.
Hasta ahora la estrategia fue llevar a la senadora de gira por el mundo. Estuvo con Chávez, con Hillary Clinton, paseó por Francia donde se mostró con Nicolas Sarkozy y con Ségolène Royal y días atrás disertó en la Organización Internacional del Trabajo.
Mientras tanto en la Argentina los dirigentes del kirchnerismo derrochan elogios para la primera dama. El presidente Kirchner aseguró que su esposa "va a hacer muchísimo mejor gobierno", el ministro del Interior Aníbal Fernández aseguró que "se trata del mejor cuadro político de los últimos 50 años" y así de a uno funcionarios, gobernadores, legisladores y demás fueron destacando las virtudes de la candidata.
Ahora, con todo definido, llegó el momento de escucharla a ella. Cristina seguramente será presidenta de todos los argentinos y debemos saber qué rumbo llevará en su gobierno los próximos cuatro años.
La abrumadora ventaja que lleva en las encuestas no da derecho al silencio, los argentinos no le conocemos la voz. Hace casi seis meses que dejó su trabajo de senadora, la comisión de Asuntos Constitucionales, que Cristina preside, no se reúne desde fines de 2006. No sabemos qué piensa.
¿Cómo va a solucionar el tema de la inseguridad? ¿Qué medidas implementará para que el invierno que viene los argentinos no recemos por energía? ¿Cuál será su política tributaria? ¿Qué plan se llevará a cabo para los que aún están excluidos? ¿Cuál será su gabinete? Si el cambio recién empieza, ¿qué falta por hacer?
El cuestionario es eterno y los argentinos queremos oírla a ella comprometerse, porque es a ella a quien debemos exigirle que rinda cuentas por sus actos.
A veces las preguntas son incómodas, a veces los periodistas hacen cuestionarios de difícil respuesta, pero son las reglas del juego, el cargo en disputa amerita el esfuerzo, amerita el compromiso con los argentinos.
Se acabó el tiempo del silencio, hay que dar la cara, no tiene ningún sentido callar porque, en definitiva, Dios y la Patria demandarán de todas maneras.
1 comentario:
Legalmente ella aún no puede hacer campaña (son 60 días antes de las elecciones). Legalmente aún no es candidata ni está inscripta como tal en la justicia electoral. Y de hecho, en los afiches no figura la palabra "Presidente".
Por lo tanto, esta candidata "virtual" -y seguramente nuestra próxima Presidente- aún no debe decirnos lo que piensa hacer ni cómo piensa hacerlo. Aún.
Pero a partir del 28 de agosto es fundamental exigirle -ya que la mayoría va a entregarle la administración del estado- que no repita su abúlica y autista actitud de campaña para la senaduría de la prov. de Buenos Aires.
Hoy, la senadora de los bonaerenses se dedica a pasear por el mundo haciendo RR.PP. con miras a las elecciones y hace rato que ni siquiera entibia su banca en el Senado y en la Comisión de Asuntos Constitucionales, aunque sigue cobrando por dicha "función".
Cristina Fernández, habitante de Santa Cruz, llegó a Senadora por Buenos Aires haciendo la plancha (lo que el entorno K le criticó a Macri en la 2a vuelta).
Si se convierte en Presidente con los mismos métodos, después no nos quejemos cuando deje de representar los intereses de la nación del mismo modo que hoy lo hace con los bonaerenses.
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