domingo, 29 de julio de 2007

El shopping político


Es más que sabido que todo hombre tiene su precio y la pregunta que me hago diariamente es si el gobierno tiene muchísimo dinero o los dirigentes de la oposición son extremadamente baratos.

El diario La Nación del domingo decidió desempolvar los archivos y recordó las denuncias que el flamante vice jefe de gabinete de la Nación, Jorge Rivas, había realizado contra el presidente Kirchner, su hermana Alicia y su jefe directo Alberto Fernández cuando todavía era un socialista que enorgullecía hasta a el mismisimo Alfredo Bravo.

El entonces temible diputado embistió contra las máximas autoridades de la Argentina, por el delito de malversación de fondos públicos, que en nuestro idioma quiere decir "tomar dinero de las arcas del Estado para utilizarlos en la campaña electoral" más precisamente para que Kristina sea senadora.

Ahora parece que alguien cambió, ó Alberto Fernández se volvió honesto ó a Rivas no le molestan tanto algunos "desvíos" de los fondos públicos.

Pero el pobre de Jorgito no es el único con memoria selectiva. Muchos llaman a este fenómeno desde hace dos años "borocotización", pero la verdad es que la pionera en esto de alinearse detrás del más fuerte fue Graciela Ocaña, ayer coequiper de la denunciante oficial Elisa Carrió hoy dama de privilegio en el sector íntimo de Cris.

Luego algunos gobernadores y 122 intendentes descolgaron, o mandaron un cadete como Bendini a descolgar los cuadros de Hipolito Yrigoyen para colgar uno del matrimonio con el glaciar Perito Moreno de fondo.

Los radicales K escaparon de el incendio de la Unión Cívica Radical y a cambio de unas monedas para sus distritos se aprendieron la marcha peronista que paradógicamente nunca tuvieron que usar.

El caso de Lorenzo Borocoto ya fue por demás comentado en su momento por todos los medios de comunicación de nuestro país y no hay nada más que agregar sobre el patético diputado ex PRO. Lo de Gabriela Cerrutti es tan lamentable como lo del doctor.

Preocupa mucho no saber quién será el próximo. Sólo se que me cuesta entusiasmarme con cualquier discurso opositor porque en mi fuero íntimo pienso "¿cuándo me vas a traicionar?"

Kirchner eligió un buen nombre: Frente para la Victoria. Es un frente al cual están todos invitados y sólo buscan la victoria. Esa victoria vale hasta la última gota de dignidad, hasta el último suspiro de moral.

Debemos recordarlos principalmente a ellos, a los que se pasaron al otro lado, porque cuando las cosas se pongan algo nubladas serán los primeros en bajarse del barco y los tendremos nuevamente dando clases de ética mientras esperan una nueva oferta.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena definición del Frente para la Victoria... lo que no tienen en cuenta los pingüinitos es que así como ganaron algunas provincias a través de los radicales Kash y otros seres sin dignidad, estos, en la primera de cambio se le van a dar vuelta y el matrimonio kirchner va a terminar muy solo.

Anónimo dijo...

Qué desilusión, Jorgito.
No entendí lo del retrato de Yrigoyen, ¿es una metáfora o me perdí de algo?

Opiniones Independientes dijo...

Estimado/a tres letras: La metafora del cuadro de don Hipolito es para los radicales K, aquellos que abandonaron el centenario partido para subirse al kirchnerismo.

Moe dijo...

Yo creo q son muy baratos, no solo los de la oposicion, casi toda la clase politica, salvo honrosas excepciones van para la derecha, van para la izquierda segun donde venga el viento o la plata mejor dicho. Las ideologias se perdieron hace mucho solo van cerca del q les garantice el "puestito" para salvarse