miércoles, 29 de agosto de 2007

Perder con cordura


Sonaba a manotazo de ahogado, traía malos recuerdos. El acuerdo Carrió-López Murphy no tenía otro objetivo que el electoral. No había entre los dos un proyecto de país.

López Murphy es PRO, siempre lo fue y era realmente poco creíble pensar en un Ricardo Hipólito corrido hacia la izquierda o una Lilita mirando a la derecha.

Esto ofrece una luz de esperanza, y no porque uno vaya a elegir esa boleta, sino porque por una vez parecería que se pone por delante el proyecto (nos guste o no) de país que las ventajas electorales.

Es lógico que López Murphy sea aliado de Macri y no de Carrió, como es lógico que ahora sea Francisco de Narváez su candidato a gobernador de Buenos Aires.

En este país donde siempre falta la cordura y la lógica, estas actitudes nos hacen pensar que alguien a lo mejor está trabajando a futuro, porque tanto Macri, como López Murphy, como De Narváez saben que sólo un milagro les haría ganar las elecciones, pero al menos van a morir sin traicionar sus convicciones.

¿Cuánto podía durar el acuerdo y las buenas ondas entre López Murphy y Carrió? Fácil, lo mismo que va a durar la buena relación entre Cristina Kirchner y Daniel Scioli. O sea poco y nada.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo pienso lo mismo, creo que por una vez pareciera que hay alguien pensando a futuro, aunque por otro lado me queda la duda si no terminaron (casi todos los candidatos) arreglando alianzas por una cuestión de cartel...
Buen remate de la nota, sabés donde lo va a tirar Cris a danielito! (si le gritó siendo primera dama y el vice, imaginate si ella es presi y el gob)

no tan iguales dijo...

Por favor, ¡¿cuándo en este país se han peleado un presidente y un gobernador de la provincia de Buenos Aires, eh, cuándo??!

Anónimo dijo...

De NArvaez no es el candidato de Lopez Murphy... Es Nahabetián (o como demonios se escriba)...
El Colo es candidato de MAuri nomás... No de LM

Anónimo dijo...

En mi vida había escuchado hablar de Nahabetián o como demonios se escriba!
Buen blog, Opi