Era quizás la figurita más valiosa y destacada para todos aquellos que se dicen progresistas. Una más que aceptable gestión al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores, una capacidad de palabra que convencía a más de un escéptico y un poeta que enamoraba desde veinteanieras a sexagenarias.
Pero cayó en las redes de la interna peronista -más precisamente de la interna kirchnerista- y su máximo enemigo, el entonces vicecanciller Jorge Taiana logró desplazarlo de su puesto para quedar él a frente del Palacio San Martín y llevar a cabo la peor negociación diplomática de la historia de nuestro país. (Obviamente nos referimos al conflicto con Uruguay)
El presidente que decidió, por consejo de Kris, bancar a Taiana, mandó a Rafael Bielsa a competir en la ciudad de Buenos Aires contra Maurico Macri y contra Elisa Carrió. Como era de prever, Bielsa logró su banca de diputado pero con un cómodo y bochornoso tercer puesto.
Inmediatamente conseguida la banca, Kirchner lo obligó a aceptar la embajada en Francia, pero la presión popular lo hizo dar marcha atrás y su bancada obviamente nunca lo bancó.
Entonces "el amigo Néstor" le pidió que logre algo que ningún peronista iba a lograr: ganarle a Hermes Binner la gobernación de la provincia de Santa Fe.
Como era de esperarse, Binner ganó comodamente la elección y Bielsa volvió a perder una contienda electoral.
El domingo a la noche luego de felicitar al ganador Bielsa hizo el anuncio: "Esta semana voy a presentar en la Cámara de Diputados mi renuncia a la banca que ocupo por Buenos Aires, porque es incompatible que siga en esa función luego de este resultado".
Bielsa se va de la política porque en el kirchnerismo que termina su primera etapa y que comenzará su segundo período de la mano de Cristina, él no tiene lugar.
Es esta quizá una muestra más de lo que le sucede a la Argentina en materia política, los Fernández, Diaz Bancalari, Quindimil, Barrionuevo y todos los que a usted le dan nauseas, nunca se van, pero los Bielsa, los Rosatti no duran ni cuatro años.
Debo reconocer que me senté frente a la PC para escribir sobre el bochorno de la elección en Córdoba, pero lo dejo para gente más capacitada que yo (que son varios), en mi caso al escuchar a Juan Schiaretti y a Luis Juez sólo me da por pensar, la verdad, no vale la pena hacerse mala sangre.
10 comentarios:
Tú lo has dicho, no vale la pena hacerse mala sangre y menos por algo que deberían preocuparse ellos.
¿Acaso alguien de la política se hace mala sangre por el resto? naaaaa.
Buen lunes, y pásese a jugar por mi blog!
Sophie
perdidosenelespacio2.blogspot.com
Muy bueno el post... el título magnífico.
Pasate por El Pasquín que te dejé una sorpresa.
saludos!
A mi me da pena Bielsa. Pobre tipo, con amigos asi, quien necesita enemigos?
Será que el señor Bielsa no tiene una "barra" con bombos, palos y caras tapadas que lo apoye? No lo afirmo, solo lo pregunto.
Si quiere dudas aviseme, tengo mas!!
Saludos y buen lunes!
En mi opinión, lo que a Bielsa le faltó fue coraje para decirle NO al presidente, a diferencia de Rosatti, que se negó a encabezar la lista de diputados. Después de eso, todo lo que hizo el barbado ex canciller fueron metidas de pata. Pudo haber sido recordado como un tipo íntegro y de palabra, pero eligió ser un títere.
No me da tanta pena.
Yo nunca voy a entender por qué y para qué se rebajó.
De paso, felicitaciones por el galardón recibo en "El Pasquín", que me parece muy bien otorgado.
El galardón "recibido", quise escribir.
...solamente el ovejero..un perro, cosas que pasan" excelente frase de Joisé Larralde para dar en el punto che!.
Bielsa sos lo mismo que Filmus...te usan para elecciones...perdes y volves a lo oscuro de donde saliste...K que no se te de vuelta la tortilla...el pueblo hablò!
Yo creo que debe sentir un aliiiiiiviiiooooo.
Se va justo y nadie le puede reprochar nada.
Mañana está sonriendo.
Pobre Rafa... es lamentable su situación pero el culpable es él mismo.
Lo que le paso cuando se mandó a cantar con la guitarra desafinada es una metafora de su carrera politica.
Talleyrand, amigo, la frase ...'solamente el Ovejero, un perro' no es del gran José Larralde, sino del gran Víctor Abel Giménez.
Perdoná, che.
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