lunes, 25 de junio de 2007

Argentina (ahora si) un país en serio




Tardamos 6 años, desde aquella caída en diciembre de 2001, cuando un presidente sumido en el autísmo político decretaba el toque de queda y dejaba a la Argentina en estado vegetativo, hasta este 24 de junio de 2007, en que los comicios mostraron que los ciudadanos ya no quieren ni autistas ni todopoderosos.
Mauricio Macri se convirtió en el nuevo Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con 20 puntos de diferencia sobre su competidor, el oficialísta Daniel Filmus.
En Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, diputada del ARI se alzó con la gobernación de la provincia fueguina, después de un balotagge que ningún encuestador había previsto, dejando sin reelección al actual gobernador, el kirchnerista Hugo Cóccaro.
La oposición comienza a surgir de nuevo en nuestra República luego de años de desaparición. La gobernadora electa de Tierra del Fuego destacó que en su provincia "La gente quiere mucho al presidente Kirchner", en tanto una encuesta realizada días antes del balotagge porteño reveló que de los que se expresaban a favor del presidente sólo el 52 % votaría a su candidato Daniel Filmus.
Esto puede leerse de varias maneras y una en particular debería tomar en cuenta el gobierno nacional: la gente esta en su mayoría de acuerdo y contenta con la gestión de Nestor Kirchner, lo consideran fundamental en la resurrección Argentina y la gran mayoría ve con buenos ojos la continuidad de este proceso, pero eso no convierte a la población en un rebaño al cual su pastor le dice en que potrero debe comer.
No alcanza con mostrarse en una foto, subir a un palco o invitar a un acto oficial al candidato de turno. La gente vota a los candidato por lo que cree que son y por su capacidad, no porque lo exige el líder de turno.
"Pingüino o Pingüina" dice el presidente sin parecer notar que Nestor Kirchner no es lo mismo que Cristina Fernández, como tampoco lo eran Daniel Filmus, Hugo Cóccaro, Horacio Quiroga o Carlos Rovira.
De a poco la sociedad pierde el miedo que alguna vez nos incorporó De la Rua o el estigma del presidente "sin poder". Se puede tener poder con oposición, se puede lograr un país republicano y federal, sin que eso signifique "un golpe de estado institucional"
La Argentina (ahora si) comienza a ser un país en serio.
El 28 de octubre viene una nueva prueba para la población y no hablamos de elegir el presidente, hablamos de comenzar a limpiar y renovar nuestro desprestigiado (y aún honorable) Congreso Nacional.

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