Nadie lo esperaba, era quizás el radical más K de todos los radikales, pero decidió criticar al gobierno nacional de una manera que ni la más enojada Lilita Carrió lo hubiera hecho.
Hablamos de Daniel Katz, segundo en la lista de diputados de la provincia de Buenos Aires del Frente para la Victoria y un posible ministro de Daniel Scioli si accede a la gobernación.
Lo cierto es que en una entrevista radial, a Katz se le preguntó si este gobierno hacía "todo bien", y el jefe comunal respondió: "Ni remotamente" y agregó "Tiene mala calidad institucional, no maneja las instituciones, la Iglesia, las Fuerzas Armadas, etc., los propios partidos políticos. Para mí, en mi humilde opinión, no tiene un manejo adecuado, no los maneja con el nivel de respeto y diálogo con el que lo debería hacer, tiene algunos prejuicios, en materia económica, agro, retención a las exportaciones"
Como todo hombre que está enojado y necesita descargarse Katz siguió con la catarata de declaraciones: "Ahora, ¿qué hacemos? ¿La ‘gran argentina’, que porque le criticamos algunas cosas, borramos lo que está bien y empezamos todo de vuelta? O… decimos bueno, nosotros nos sumamos a esto para consolidar lo que creemos que está bien y para intentar hacer un aporte y modificar lo que está mal, y empezar a encontrar un producto mucho mejor porque, la verdad…, yo lo digo con todas las letras, a veces cuando leo los diarios, y aparece la valija del venezolano (Guido Alejandro Antonini Wilson), aparece (el secretario de Comercio Interior, Guillermo) Moreno con el control de precios, aparecen ese tipo de cosas que creo que el que está escuchando no hace falta que le siga describiendo la nómina, porque se lo imagina".
Y finalmente el mea culpa: "Yo me pregunto, ¿qué hago yo integrando este sector? Ésta es la verdad."
Este era uno de los temores más grandes que tenía el presidente Néstor Kirchner cuando decidió (o cuando tuvo que cumplir con su promesa) que Cristina sea la candidata.
El ámbito político no la quiere, no la soporta, no esta dispuesto a negociar con ella y las bajas comenzarán a hacerse cada vez más habituales.
Los radicales k ya están buscando los cuadros de Yrigoyen y de Alfonsin para volver a colgarlos en sus despachos.
Los intendentes del PJ bonaerense miran cada vez con más cariño la vuelta al ruedo de su líder, Eduardo Duhalde y la gobernación de su compañero de ajedrez, Daniel Scioli.
Kirchner decidió dar un giro histórico y no buscar su reelección. Fue él quien decidió poner en juego su poder.
Hoy lo están sufriendo, hoy se están dando cuenta que los kirchneristas del corazón y no del bolsillo no superan los 10 dirigentes.
Nos espera una presidente sin poder real pero con aires de reina suprema y con la democracia en juego.
Antes no les creíamos a los encuestadores, ahora no le creemos a las urnas. Si Cristina entra en primera vuelta por un punto, ¿cuántos meses vamos a estar contando los votos?